martes, 24 de noviembre de 2009
Último taller de crianza: Alimentación...
sábado, 21 de noviembre de 2009
Conclusiones taller "El control de esfínteres. Un gran paso en la autonomía"
- Con respecto al pañal se puede ir quitando paulatinamente, no es conveniente eliminarlo para siempre desde el primer día.
- El pañal nocturno suele tardar más en dejarse.
- Tener en cuenta que no todos los niños son iguales, a algunos le gusta la pelela, otros prefieren las tablas que se colocan sobre el inodoro, otros aprenderán directamente en el inodoro.
- Los castigos, las burlas, y los retos están fuera de lugar ya que generan más ansiedad y pueden producir el efecto contrario.


domingo, 8 de noviembre de 2009
jueves, 22 de octubre de 2009
Conclusiones taller: La crianza compartida, nuevas realidades familiares

En este taller de crianza la propuesta fue trabajar la temática de las Nuevas familias o Familias ensambladas, que han surgido luego de la separación o divorcio de los padres.
Por eso partimos de considerar que el divorcio es una situación difícil para todos los miembros de la familia y supone un proceso de duelo en el que tanto adultos como niños deben asumir ciertas pérdidas. Cabe señalar que los niños no viven esta situación de la misma manera que un adulto.
Tener en cuenta y preparse para:
- Aceptar que los niños, incluso al pasar el tiempo, suelen tener la fantasía de que los padres se reconciliarán. Los papás deben tomar esto con naturalidad y sin ponerse mal.
- Ser concientes de que nunca debe usarse al niño de intermediario entre ambos padres, menos aún como espía. Tampoco pedirle que guarde secretos. El niño siempre sentirá que está perjudicando a uno de sus papás a quienes ama y necesita por igual.
- Manejar los sentimientos de culpa por la situación que están viviendo. No caer por ejemplo en hacer gastos desmedido como comprar cosas a los chicos como mecanismo para evitar los sentimientos dolorosos.
¿Pero qué es una familia ensamblada?
Una nueva familia o familia ensamblada se crea cuando dos adultos, de los cuales uno ya tiene hijos, entablan una relación estable en la que la nueva pareja se convierte en una figura materna/paterna importante para el niño.
Enamorarse de una persona que tiene hijos es entender y aceptar que en ese vínculo estarán comprendidos los niños necesariamente.
A partir de ahí habrá que comenzar a negociar, compartir, y buscar las formas de crianza y las modalidades con las que todos se sientan más cómodos. Aprender a funcionar y aprender a convivir también con la realidad de la primera familia (madre/padre, abuelos, tíos, etc.) Aprender lleva tiempo… es un proceso arduo, pero lleno de hermosas y nuevas experiencias.
Laura Gutman sostiene que una familia ensamblada siempre será un desafío mayor, yo creo además que, si nos permitimos transitar este camino con sinceridad, encontraremos muchas alegrías y gratificaciones.
Psp. Ma. Fernanda Vanni
domingo, 18 de octubre de 2009
Feliz día de la madre
Muy feliz día a todas las mamás!!!
Me pareció lindo compartir con ustedes este fragmento del libro "La revolución de las madres" de Laura Gutman. Porque ser mamá es toda una revolución... ¡Felicidades a todas!

"La nuestra es una revolución silenciosa, amorosa y pacífica. Es una revolución doméstica, en el sentido más sublime del término. Es un cambio cotidiano, permanente, cariñoso, tierno y compartido.
Hacemos la revolución cada mañana cuando despertamos sudando envueltas en el cuerpo del niño pequeño. Cuando la divinidad femenina se hace presente a través del alimento que ofrecemos. Cuando organizamos los rituales familiares de comida, baño, limpieza, orden, palabras, explicaciones, verdades nombradas, diálogos abiertos, comprensiones compartidas y sueños soñados. Cuando somos anfitrionas de las celebraciones. Cuando cada día compartido y cada noche de descanso hacen parte de la nutrición afectiva. Cuando brindamos porque estamos vivos. Cuando el poder susurrante del agua nos adormece, y el poder hipnótico del fuego nos vitaliza.
La revolución de las madres acontece cuando nos dejamos fluir por la energía de las trece lunas de cada año. Cuando nutrimos, alimentamos, sanamos, atendemos, esperamos y estamos abiertas y receptivas para con los demás.
No importa que hayamos tenido vidas difíciles. Cada día es una nueva oportunidad para mirar a un niño, y saber que está deseoso de alimentarse con nuestra sustancia materna. Tampoco importa si se trata de un hijo propio o un hijo ajeno, porque ellos siempre permanecerán receptivos a los cuidados amorosos. Todos los niños saben que existe un ámbito generoso y caliente latiendo en el corazón de cada madre, potencialmente útil y nutritivo para ellos."
Muchos cariños a todas
Psp. María Fernanda Vanni
lunes, 5 de octubre de 2009
La crianza compartida. Taller de crianza del mes de la familia
sábado, 26 de septiembre de 2009
Semana de los Derechos del niño

No corren buenos tiempos como para andar siendo niño.
El hospital para niños está en huelga.
La escuela para niños puede estar en huelga en cualquier momento.
El colegio privado para niños –doble escolaridad, triple escolaridad, cuádruple escolaridad– deja poco tiempo y ánimo para jugar juegos de niños.
La calle para que jueguen libremente los niños hasta el atardecer despierta inseguridad.
La calle segura de barrios privados no despierta el deseo de llegar en bicicleta a lugares fantásticos.
La plaza del barrio tiene los juegos oxidados, rotos.
El parque de diversiones de Walt Disney se cobró en los últimos tiempos un muerto y catorce heridos por fallas en la montaña rusa.
Los programas televisivos para niños no son para los niños, sino para que los adultos les compren los productos para niños que allí se promocionan.
La moda que ha surgido actualmente para los niños es la de la anorexia infantil.
El pasatiempo para niños que han ideado los mayores en algunos lugares del mundo es el de ser niños soldados.
No parece tan cierto últimamente lo que sostenía el poeta Novalis: “Donde hay niños, existe la Edad de Oro”.
No corren días del todo propicios como para andar siendo niño.
A las exigencias a las que históricamente se ha visto sometida la niñez (cuando los chicos gatean, que caminen; cuando caminan, que hablen; cuando hablan, que escriban; cuando escriben, que sepan las tablas; cuando saben las tablas, que crezcan y dejen de ser niños; cuando crecen y dejan de ser niños, que vuelvan a ser niños), ahora se les suman otras, acordes a los tiempos. Se los hace competitivos para prepararlos para un mundo competitivo, se los sienta frente al televisor cuando molestan, se los amonesta por mirar mucha televisión, se los manda al terapeuta si hablan poco, se los obliga a callarse si hablan mucho, se los reta si dicen malas palabras (que escuchan de boca de los ídolos que la sociedad aplaude), se les sigue postergando el dictado de clases de educación sexual, mientras que ya se están educando sexualmente con lo que la televisión muestra descuidadamente.
Y lo de siempre: se los obliga a dar besos a cualquiera, para después prohibirles que se anden dando besos con cualquiera.
Definitivamente, no es una época muy feliz como para andar siendo niño.
El medio ambiente en el que crecerán los niños no promete ser color de rosa. Mucho menos, verde.
El mundo en el que habitan los niños no demuestra ni remotamente ser como las películas para niños, en las que siempre ganan los buenos.
La sociedad en la que están insertos los niños se desentiende de que hay niños limpiadores de vidrios, vendedores de estampitas o explotados sexualmente.
Habrá que tener más en cuenta lo que sostenía Karl Menninger: “Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”.
Démosles, al menos, un tiempo mejor, días más felices para ser niños.
Felices días para los niños.