Mostrando entradas con la etiqueta Desarrollo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Desarrollo. Mostrar todas las entradas

domingo, 25 de abril de 2010

Conclusiones Taller de crianza: El desarrollo del lenguaje...

Con una gran concurrencia de mamás y docentes de nivel inicial, realizamos el miércoles 21/04 en Maternarte el Taller de crianza El desarrollo del lenguaje en los niños pequeños, con la colaboración de la Lic. en Fonoaudiología Verónica Gómez. Les acercamos algunas conclusiones del mismo:

La comunicación es un proceso complejo en el cuál coexisten fenómenos lingüísticos y no lingüísticos en constante interdependencia. Es un sistema en el que participamos en todo momento.

Los seres humanos empleamos dos modos de comunicación: el afectivo (que está presente desde el nacimiento, y se manifiesta en el llanto, la sonrisa, los gestos…) y el lingüístico (que emplea signos convalidados socialmente y que deben ser aprendidos). Durante todo el primer año de vida prima la comunicación afectiva o no verbal.



Si bien no se puede afirmar que la comunicación preverbal deviene en comunicación verbal, ya que no existe una relación de tipo causa-efecto, es necesario establecer una vinculación entre ambas. Todas las nociones aprendidas para la comunicación no verbal son reorganizadas, enriquecidas y complementadas en la comunicación verbal propiamente dicha.


El lenguaje ocupa un lugar de jerarquía en la comunicación por tener una función netamente social. El lenguaje y el pensamiento constituyen una formación solidaria apoyándose uno en el otro, de allí la imposibilidad de abordarlos aisladamente… y no nos olvidemos de la audición! ya que nos permite crecer con lenguaje, en consecuencia si un niño padece alteraciones auditivas en el nacimiento o durante la primera infancia, es probable que ello interfiera en su desarrollo lingüístico, cognitivo y afectivo.

Recordemos que muchos de los errores de articulación se deben a la persistencia de un mecanismo que se considera normal a una edad menor. Para hablar de una alteración nos tenemos que ubicar después de los 5 años. Sin embargo, es necesario estar atentos para realizar la consulta de manera oportuna.

Gracias a todas por colaborar con sus experiencias, preguntas e intercambios! Las esperamos en los próximos encuentros!



Psp. María Fernanda Vanni


lunes, 29 de marzo de 2010

Taller de crianza: El desarrollo del lenguaje...

Los invitamos a participar de este taller en el cual contaremos con la colaboración de la
Lic en Fonoaudiología Verónica Gómez. Reflexionaremos juntos sobre:

- cómo fomentar el uso de la palabra y el interés por la comunicación verbal -
- hasta cuándo esperar que comiencen a hablar -
- estrategias de estimulación del lenguaje -
- señales de alerta: cuándo realizar la consulta profesional -

Les recordamos que las temáticas abordadas se orientan a niños entre 0 y 5 años.
¡Los esperamos!


jueves, 4 de febrero de 2010

Preparándonos para el comienzo de clases...

El comienzo del ciclo lectivo. Los problemas de aprendizaje
Constanza Longarte. Especial para LA NACION LINE

Sábado 6 de marzo de 2004

La escuela brinda la posibilidad de incorporar conocimientos, valores, y hábitos culturales, pero también es un ámbito propicio para la detección de problemas de aprendizaje de diverso tipo.

La psicopedagoga Cecilia Kornblit, a cargo del portal www.xpsicopedagogía.com.ar explicó a LA NACION LINE que los trastornos que suelen aparecer en esta etapa se relacionan con las dificultades de adaptarse a las exigencias académicas.

Algunos chicos pueden tener inconvenientes para iniciarse en la lecto-escritura, en la resolución de problemas, en la comprensión, en el cálculo, o pueden manifestar una falta de concentración que le impide aprender.

Las causas de los problemas de aprendizaje son múltiples. Existen una serie de factores históricos, subjetivos, familiares o constitucionales que se combinan para que un niño, en una determinada escuela y espacio temporal tenga complicaciones para adquirir conocimientos. Por eso, no se pueden hacer generalizaciones sino que se deben tener en cuenta las características singulares a la hora de encarar un tratamiento.

Así lo reconoció Kornblit, que informó que el abordaje terapéutico generalmente se afronta desde lo lúdico. "Desde el juego se pueden trabajar distintas cuestiones que están condicionando el aprendizaje de ese chico", comentó la especialista.

El papel de los maestros en la detección de estas dificultades es muy importante. La psicopedagoga consideró que ahora los docentes están mucho más preparados para reconocer inconvenientes en la adaptación a la realidad académica y hacer derivaciones.

Pero, ¿cuáles son los signos que evidencian que un chico padece este inconveniente? Algunos de ellos son: dificultades para entender y seguir instrucciones, problemas a la hora de procesar o descifrar signos e información, obstáculos para recordar lo que alguien le acaba de decir, falta de coordinación al hacer deportes o realizar actividades sencillas, fácil pérdida del material didáctico, y conflictos en la lecto-escritura u operaciones matemáticas.

Otra de las cuestiones ligadas directamente con los trastornos de aprendizaje es la repetición del grado. Kornblit opinó que en algunas ocasiones puede servir para que el chico que no alcanzó determinados contenidos pueda reforzarlos e ingrese al grado siguiente con más herramientas, pero en otras oportunidades puede ser altamente traumático, porque pueden sentirlo como un fracaso.

(fragmento tomado del sitio www.xpsicopedagogía.com.ar)

sábado, 21 de noviembre de 2009

Conclusiones taller "El control de esfínteres. Un gran paso en la autonomía"



En este taller compartimos ideas y experiencias de papás y niños en este aprendizaje que implica dejar atrás el pañal para dar otro paso importante en la autonomía: el control de esfínteres.
Algunas de las cuestiones que tuvimos en cuenta...

- Evitar comenzar a enseñarle antes de tiempo ya que esto puede crear problemas en el propio control de esfínteres y también en la personalidad.
- Con respecto al pañal se puede ir quitando paulatinamente, no es conveniente eliminarlo para siempre desde el primer día.
- Si después de un tiempo consideramos que el niño no está preparado y deseamos volver a los pañales no sería contradictorio ya que no se ha logrado el control. Es preferible esperar a anticiparnos.
- El pañal nocturno suele tardar más en dejarse.
- El primer éxito en el control no garantiza que el aprendizaje se haya logrado totalmente, puede haber algunos retrocesos normales.
- Tener en cuenta que no todos los niños son iguales, a algunos le gusta la pelela, otros prefieren las tablas que se colocan sobre el inodoro, otros aprenderán directamente en el inodoro.
- No es bueno que se relacione el "hacer o no hacer" con el hecho de ser querido o dejar de serlo ya que esto llenaría de ansiedad al niño y dificultaría más aún el proceso.
- Los castigos, las burlas, y los retos están fuera de lugar ya que generan más ansiedad y pueden producir el efecto contrario.


Como fuimos viendo a lo largo de los talleres es fundamental considerar el lugar del niño, el deseo del mismo y no vivir el control de esfinteres como una imposición del adulto. Las pautas e indicios para saber cúando están preparados nos la dan los mismos niños. Seguramente podremos percibirlas si hemos entrado en conexión emocional con ellos.



¡Gracias a los papás que nos acompañaron en este encuentro!!!

Nos estamos preparando para el último taller de este año, a estar atentos...

jueves, 6 de agosto de 2009

Charla Gratuita: Infancia y consulta oportuna


Los esperamos a todos

martes, 26 de mayo de 2009

Niños que muerden... ¿Qué hacer?

Morder es habitualmente una fase del desarrollo y es una conducta que no predice actitudes agresivas posteriores.

Aunque el morder es bastante habitual entre los niños más pequeños, evidentemente es una conducta que molesta y que es potencialmente dañina. Intentar comprender porqué los niños muerden puede ayudarnos a disminuir estas conductas y enseñarles otras maneras de expresar lo que sienten.

Los niños pequeños muerden por diferentes razones, entre ellas:

- Algunos muerden de manera experimental, a su mamá o a la persona que les hace upa… Los adultos deben comunicarle inmediatamente que eso no se hace. Estos niños suelen morder para tocar, oler, "saborear" a otra persona, es una forma de aprender y acercarse al mundo que los rodea. En el primer año de vida sienten esa necesidad de experimentar. Se les pueden ofrecer objetos y juguetes de distintos colores para que exploren. En algunos bebés la mordida puede estar motivada por el dolor de la dentición, en este caso es bueno ofrecerle algún mordisco que lo calme.

- Otros muerden por haber experimentado una frustración (cuando no logran llamar la atención de un adulto, o cuando desean el juguete que tiene su compañero…) Aunque quizás no tenían la intención de dañar a otro, los adultos deben enseñarles que esa conducta no fue adecuada. Se debe atender al niño mordido en primer lugar y luego, explicarle al niño que mordió que eso duele y no se hace. Es importante enseñarles a los niños un lenguaje apropiado para expresar lo que sienten o para obtener lo que quieren de tal manera que puedan expresarse verbalmente y no recurran a conductas agresivas.

- Algunos niños muerden cuando se sienten amenazados, y lo hacen como autodefensa. En estos casos necesitan que les brindemos seguridad. Las causas por las que el niño puede sentirse amenazado son varias: conflictos o cambios recientes en su ambiente familiar, cambios en el jardín, incluso un par que quiere el mismo juguete que él puede ser percibido como amenanzante.

- Otros niños experimentan una fuerte necesidad de autonomía y control. Cuando observan la respuesta que obtienen al morder, sienten su "poder" en la situación. En estos casos es necesario fomentar conductas sociales saludables tales como compartir, esperar su turno, agradecer…

Hay que tener en cuenta que las causas puede ir variando en los distintos episodios y momentos de la vida. Nunca hay una sola razón y como siempre decimos no existen relaciones lineales causa -efecto.

Cabe aclarar que nunca se debe responder al niño con reacciones agresivas como golpes o nuevas mordidas ya que estariamos comunicando que la agresividad es una forma apropiada de expresar las emociones.

Es fundamental trabajar en conjunto desde el hogar y desde el Jardín de Infantes, ya que de nada serviría que se intente una solución en un ámbito si esta conducta es permitida en el otro. Padres y maestros pueden trabajar para identificar las razones haciéndose preguntas como: ¿en qué momento suele pasar?, ¿lo hace con la misma persona?, ¿hubo algún cambio reciente en su vida? ¿lo hace en un ámbito y no en otros?… Así se podrá comprender al niño en su situación particular.

En la mayoría de los casos los niños que muerden lo dejan de hacer en la medida en que amplian su vocabulario y aumentan sus habilidades expresivas. Esto suele ocurrir alrededor de los tres años de edad.

Si bien es una conducta que puede considerarse esperable en estas edades eso no significa que debemos dejarla pasar. Es importante poner límites cuando sea necesario, enseñar pautas de comportamiento y sobre todo comprender al niño acompañándolo en el desarrollo de maneras saludables de expresar las necesidades y emociones.

Psp. Ma. Fernanda Vanni